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martes, 27 de julio de 2010

Lo que hacemos por amor.

Mas bien: lo que deberían hacernos por amor. Por amor morimos, mentimos, dañamos, matamos, etc, pero lo peor es el acto y como lo llevamos a cabo. He conocido gente que cuando se enamora se vuelve tan idiota que son capaces de olvidar a sus amigos de la infancia o con los que compartió esos momentos intimos que reservas para tu biografía, cuando hayas muerto y tus herederos necesiten mas dinero.
Por amor deberían encerramos en una jaula, en la gruta mas profunda de la tierra, para después perder la llave.

No me malentendáis, yo me he enamorado y se como es, por eso mismo se lo que se hace pero una cosa es enamorarte y pensar en esa persona cuando ponen su canción en la radio, y otra muy diferente es olvidar un pasado en común lleno de experiencias con tus amigos.

A veces pienso en esa gente y me dan ganas de ir a su casa, llamar a la puerta y cuando pregunten ¿quien? contestar: Tu jodido coraje, que no tienes pelotas ni de hacer una perdida por pánico a que tu lengua toque tus cascabeles.

Quizás exagero cuando comento el tema pero no soy el único al que le da rabia y (por desgracia) el ultimo al que se lo han hecho, contando con el factor de que en ningún momento le dejes la puerta cerrada y (lo mas importante) que todo el mundo esta en Facebook, no es difícil entablar un conversación que decline en tomar un café y acabe en reanudar viejas amistades. Creo que esas personas solo esperan el momento oportuno, en el que llames a su puerta con el culo en pompa y una invitación que diga: este es mi ano y puede que dentro encuentres valor para saludarme por la calle.

Solo tengo una cosa que añadir: ¡Me la sua toa!

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