Buscar este blog

martes, 10 de agosto de 2010

Esos pequeños... demonios

El mundo es un lugar bonito y placido donde realizar tus sueños e ilusiones, donde saltar de flor en flor y saludar al señor oso, pero las nubes negras se ciernen sobre este mundo de color y purpurina cuando en el asiento de atrás se sienta un crío que comienza a aporrear tu asiento con los pies. De repente tu mundo se tambalea y no se debe a una elección teológica o un cambio moral, literalmente, el puñetero crío de atrás te esta zarandeando.

Varias ideas atraviesan tu mente en esos momentos:
  • ¿Un niño puede atravesar la ventanilla del autobús?
  • Si lo hace ¿cuanta distancia puede recorrer?
  • Calculando las posibles variables ¿por que no sus padres usaron un condón ese día?

Su madre solo se dedica a decirle: estate quieto, para ya o deja de dar golpes que molestas al señor... creo que a Hitler también le dijeron algo parecido: deja de dar golpecitos en Polonia que molestas... y así acabó

Tus instintos homicidas están en aumento y solo puedes imaginar las múltiples formas de acabar con tu sufrimiento, entre ellas el suicidio o bajarte del autobús, pero la mayoría son de ti acabando con ese pequeño engendro que ni el mismísimo Satanás querría en el infierno y que ahora se ha puesto a chillar.

Desde luego, si existe Dios... me odia. Cuando te giras para atravesar al niño con una mirada tan mortal que el propio Superman moriría en el acto, el crío te sonríe se calla y su madre añade: ves, ya has molestado al señor. ¿Molestado? No, solo quería comprobar que era su hijo y no un gremlin poseído.


En fin, estas líneas son para inspirar a esas pobres madres a practicarse una ligadura de trompas o el sedante para elefantes. Muchas gracias.

7 comentarios:

  1. Por fin puedo publicar comentarios en tu blog!!! Me ha costao, pero al final me he hecho una cuenta. Ya sabes que a mi en perrería, no me gana nadie!

    ResponderEliminar
  2. Siempre puede ser peor, siempre se puede sentar detrás tuya ese crio ya mayorcito (pero no del todo) con su movil nuevo que le han comprado por sacar malas notas y ser expulsado del instituto por insultar y escupir a la pobre profesora pone el regeton a toda caña y encima hace como que no lo oye. Oh nene, a ese si le daba de ostias hasta el punto de que me sangraran los nudillos...

    ResponderEliminar
  3. P.D.: Una hostia a tiempo dicen que cura mucha tontería, así que ya saben esas madres...hay que aplicarse el cuento y a darse cabezazos contra la pared por malcriar tanto a sus hijos.

    ResponderEliminar
  4. me alegro de tenerte por aqui. Con respecto a la hostia, si se hace bien no hay necesidad pero si no... si no... (agito mi puño con tono amenazante)

    ResponderEliminar
  5. NOOOO,... no, hombre, no... Si lo decía por la madre!! La hostia va para la madre, el niño no tiene la culpa de que su madre lo malcríe. Los crios solo van probando a ver si pueden conseguir lo que se proponen, la última palabra la tienen los padres y para hacerlo bien lo mejor es paciencia y no escucharlos para que no se salgan con la suya.

    ResponderEliminar
  6. Bueno,de todos modos,alguien tiene que recibir y no pienso ser yo

    ResponderEliminar
  7. A mi me encanta cuando en esta época de calor ves a un niño berrear y ponerse más rojo que un tomate, en ese momento ya puede estar el aire acondicionado de donde estés a toda pastilla que no hace nada si empiezas a pensar en el calor que tiene que estar pasando el chiquillo con tal rebote. Y más si luego poco a poco el llanto empieza a desquebrajarte los tímpanos haciendo que te pongas más nervioso, a respirar más fuerte, a sudar más y por consiguiente a tener más calor...

    Por cierto cuñao' no sé qué clase de droga psicotrópica te tomaste cuando escribiste esto pero...un autobús no te puede sonreír...

    ResponderEliminar